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jueves, 19 de febrero de 2015

Cuida a tu pareja para que no sea--MI EX PAREJA

Voy a decir algo que con seguridad va a molestar a muchos, pero que cuando se los explique les va a molestar más, y es que a veces cuidamos más lo que tenemos seguro, que lo inseguro.

Me explico: yo siempre digo, "no cuides tanto a tu familia, cuida a tu pareja" y la gente se sorprende por ello.

— "¿Pero cómo que no voy a cuidar mucho a mi familia? ¡Es mi familia!" — Y no, tu familia, que es tu familia, está segura, es tu familia, nunca se pierde.

 ¿Ustedes han oído decir a alguien
"por ahí va mi ex hijo, o mi ex padre"?

No, ¿verdad?
Pero han oído mucho,
"allí va mi ex pareja".
Los padres, los hijos, los hermanos y la familia es lo más seguro que se tiene, no hay ex.

Ellos están ahí, y por muchos años que duren sin verse, por mucho tiempo que tarden en escribirse o en hablarse, ellos están siempre ahí.

Usted no puede decir "aquella señora que va pasando por allí fue mi madre por 35 años".
Una madre siempre es madre, es segura.

Y es más, les voy a decir otra cosa, de todos los amores, que es tender lazos, de todos los puentes, el amor más débil que existe es el de pareja. En una pareja no hay nada. Por eso hay que darlo todo, para quedarse con algo.
Tener una pareja es como cuidar una flor.

Si una flor no se riega, se muere,
y si se riega mucho, también.
Hay que ser un artista para cuidar una flor.

Cuida a tu pareja como una flor.

Yo no sé cuidar flores, por eso soy cura. Por eso, el amor de padre, de madre y de hijo es como tener un «cují coriano», nadie los riega, pero está ahí.

Eso que llamamos amor eterno se da en papá, en mamá, en un hijo, y en los amigos, que también puede ser un amor eterno. Pero en una pareja es un amor diario, tiene que cuidarse todos los días.

               







Tengo un hermano en los Estados Unidos que se fue hace más de diez años y duré más de diez años sin hablarle. Nunca le llamé, y puedo decirlo que hasta por descuido. Siempre sabía de él por mamá, y cuando vino por primera vez desde que se había ido, lo fui a buscar al aeropuerto, y cuando nos vimos el abrazo fue tan fuerte que lloramos de emoción. Allí estábamos.

Pero vete de tu pareja diez años a ver qué encuentras. Eso es lo que dice que el amor de pareja es amor de todos los días. Yo puedo hablar con mi mamá cada semana, una vez a la semana, pero si tuviera pareja la estaría llamando a cada momento. Y no es que sea bueno o malo, es que el amor es así.

Por ejemplo, yo comparo el amor de aquellas parejas que por alguna circunstancia del destino tienen un hijo discapacitado. No es que no quieran a los otros, pero ellos están seguros. De aquél tienen que estar más pendientes, porque se puede caer, porque a lo mejor no come solo.

En cambio, los otros están y los quieren igual, y saben que están ahí. Si tengo una pareja, ese es el amor discapacitado. De ese tengo que estar más pendiente porque necesita más.

El amor de madre es independiente, el amor de pareja es dependiente.

Ella depende de mí y yo dependo de ella.
Estamos unidos
«hasta que la muerte nos separe»,
pero el amor que nos debemos
es como el amor de un hijo discapacitado.

Cuida de tu pareja




Quien tenga esa hermosa flor, ya saben lo que tienen que hacer, regarla todos los días para que siempre este fresca y radiante y se mantenga ahí, hasta que Dios decida llevársela de este mundo, y los que no, no dejemos de tener fe de que Dios nos regalará nuevamente una flor para nuestro jardín.

lunes, 26 de enero de 2015

Siempre habra un Mañana


Hoy hay sentimientos de fracaso, dolor, traición y calumnias…
El fracaso nos lleva a derrumbarnos: Nos oscurece la vida y provoca que perdamos el camino.
Cuando el dolor nos muerde, olvidamos toda la dicha vivida y nos parece que ya nunca más podremos sonreír.

La traición de los que creíamos más fieles nos lleva a desilusionarnos de la amistad y a caer en la duda.

La calumnia nos hace sentirnos como niños indefensos que cierran los ojos ante la amenaza y se encogen hasta la estatura del polvo…

Sentir y vivir estas cosas es horrible…
es como en las noches de insomnio en que parece que nunca llegará la madrugada. Es así. Lo sabemos por experiencia.

Y es cuando necesitamos regar con nuestras lágrimas la esperanza que en nuestro jardín ha de ser siempre la última flor que se marchita. Porque no hay noche tan larga capaz de detener un día nuevo. 

Ni “hay mal que dure cien años”.
Es bueno pensar cuando llueve que esa tristeza fecundará la tierra para la primavera.
Recordar que una salud radiante importa más que el tajo doloroso de un bisturí.


Cuando alguien nos insulta cobardemente y nos apedrea el huerto frutal, corremos el riesgo de olvidar que ese árbol apedreado volverá a florecer y  dar su fruto sin cansarse de dar…A media noche, cuando nos cubre la pena y la derrota. Cuando atardece la desilusión. Cuando se nos muere la risa como el sol. Cuando se nos apagan una llama que hemos cuidado mucho para alumbrarnos en las tinieblas…  consuela y entusiasma recordar que: Siempre hay un mañana.  

jueves, 11 de diciembre de 2014

Navidad sin ti

Esta navidad va a estar llena de nostalgia, pues hoy no estás aquí. Aun así trataré de vivirla con alegría, aunque sea una alegría fingida. Esta Navidad será la más triste de mi vida. Anteriormente, y lo sabes, me gustaba participar de la algarabía que se armaba cuando llegaba el momento de romper la piñata. Me gustaba enseñarles a los niños como cantar villancicos y me gustaba ayudar a cocinar lo que íbamos a comer esa noche.

Más de una vez me dijiste que tenía alma de niña, pues me gustaba correr en la nieve y lanzártela a la cara. Para mí era una época muy especial del año, ya que fue en una navidad cuando te me declaraste, la recuerdo como si fuera ayer.

A ambos nos gustaba armar un enorme muñeco de nieve fuera de la casa, y delante de él prometernos que nunca nos separaríamos. Él hacía de nuestro confidente aunque fuese sólo una vez al año.

Era una costumbre muy nuestra celebrar a solas la llegada del año nuevo, preparábamos con regocijo dos copas con una docena de uvas, que al dar las doce campanadas comíamos, para después darnos un abrazo muy fuerte y desearnos lo mejor. El resto de la noche pasábamos recordando anécdotas de navidades pasadas.

Precisamente estoy recordando una, sé que tú también la recordarías: fue hace seis navidades, acudimos a casa de mis padres y los niños correteaban por el enorme jardín. Llegaste con una pequeña piñata, adornada con corazones y nuestros nombres en distintos colores. Me dijiste que era especialmente para mí y me pediste que sólo yo la rompiera. Todos estaban expectantes, pues no entendían de qué se trataba.

Empezaron a balancearla en lo alto, mientras coreaban el tradicional “dale, dale”. Al romperla cayó una sortija. Inmediatamente la levantaste y me dijiste que si quería ser tu esposa y acepté emocionada. Te amaba y fue lo mejor que me había podido suceder.

Nos casamos precisamente una navidad, recuerdo que tuve que ponerme un enorme abrigo blanco, por el frío que hacía. Mi ramo fue de orquídeas, mis preferidas. Fue precisamente en la iglesia aquella donde año con año se celebra una linda pastorela. Incluso aquel día el sacerdote ordenó que se hiciera una pequeña representación después de la misa. Es imposible olvidar esos momentos.

Después de cinco años de estar llevando a cabo este ritual que a muchos pudo haberles parecido absurdo llegó el desenlace inevitable. La navidad te trajo y la navidad te llevó de mi lado. Fue hace una navidad, cuando sufriste aquel accidente, en el cual moriste instantáneamente. Fue doloroso, tanto que pensé que esta navidad, sería la peor de todas. Si bien es muy triste no es la peor. Ahora mismo estoy haciendo el muñeco de nieve que solíamos hacer y nuevamente le platicaré mis confidencias como cada año. En el año nuevo prepararé una copa con doce uvas y brindaré por ti, mi amor del tiempo.

Cada año haré lo mismo, llevaré a cabo el ritual tan romántico que estábamos acostumbrados a hacer.

Enamorate

No te enamores del amor, enamórate de alguien que te ame, que te espere, que te comprenda aún en la locura; de alguien que te ayude, que te guíe, que sea tu apoyo, tu esperanza, tu todo.

Enamórate de alguien que sueñe contigo, que sólo piense en ti, en tu rostro, en tu delicadeza, en tu espíritu y no en tu cuerpo o en tus bienes.

Enamórate de alguien que te espere hasta el final, de alguien que sea lo que tú no elijas, lo que no esperes.

Enamórate de alguien que sufra contigo, que ría junto a ti, que seque tus lágrimas, que te abrigue cuando sea necesario, que se alegre con tus alegrías y que te dé fuerzas después de un fracaso.

Enamórate de alguien que vuelva a ti después de las peleas, después del desencuentro, de alguien que camine junto a ti, que sea un buen compañero(a), que respete tus fantasías, tus ilusiones...


Enamórate de alguien que te ame. No te enamores del amor, enamórate de alguien que ya este enamorado(a) de ti.


jueves, 13 de noviembre de 2014

Hija tu que quieres ser Madre.



Ser madre es sacrificado,
pero se gana más de lo que se pierde.
De una madre para su hija que también quiere ser madre
Estábamos sentándonos a comer cuando mi hija casualmente menciona que ella y su esposo están pensando en “empezar una familia”.

“Estamos haciendo una encuesta" –dice ella, en broma– “¿Crees que debería tener un bebé?”

“Cambiará tu vida” digo, cuidadosamente manteniendo mi tono neutral. “Yo sé” dice, “no más fiestas los fines de semana, no más vacaciones espontáneas...”

Pero eso no es en absoluto lo que yo quise decir. Miro a mi hija, intentando decidir qué decirle. Quiero que sepa lo que ella nunca podrá aprender en las clases de parto. Quiero decirle que las heridas físicas por dar a luz un niño sanarán, pero que el volverse madre la dejará con una herida emocional tan profunda por la cual ella será vulnerable para siempre.

Pienso en advertirle que ella nunca leerá de nuevo un periódico sin preguntarse “¿Y si eso le hubiera pasado a mi niño?” Que cada accidente de aviación, cada incendio en una casa la obsesionará. Que cuando vea fotos de niños hambrientos, se preguntará si algo podría ser peor que vivir la muerte de su niño.

Yo la miro cuidadosamente, sus uñas finamente pintadas y el traje elegante y pienso que no importa cuán sofisticada ella sea, el convertirse en madre la reducirá al nivel primitivo de una osa que protege su cachorro.

Que una llamada urgente de “¡Mamá!” le hará dejar caer un soufflé o su mejor cristal sin vacilar por un momento.

Siento que debo advertirla que no importa cuántos años ella haya invertido en su carrera, ésta se descarrilará profesionalmente a causa de su maternidad. Ella podrá hacer los arreglos para dejar al niño en casa al cuidado de una niñera, pero un día irá en camino de una reunión de negocios importante y recordará el dulce olor de su bebé, y tendrá que usar cada gramo de su disciplina para no correr a casa, sólo para asegurarse que su bebé está bien.

Yo quiero que mi hija sepa que las decisiones cotidianas ya no serán rutina. Que el deseo de un niño de cinco años de ir al baño de hombres y no al de mujeres en McDonald’s se volverá un dilema mayor. Que justo allí, en medio del ruido de bandejas y niños gritando, los problemas de independencia e identidad de sexo serán sopesados contra la perspectiva de que haya un abusador de niños acechando en ese baño.

No importa cuán decisiva pueda ser ella en su trabajo, se criticará a sí misma constantemente en su papel de madre. Mirando a mi hija tan atractiva, quiero asegurarle que en el futuro ella perderá los kilos de más del embarazo, pero nunca se sentirá igual sobre ella misma. Que su vida, ahora tan importante, será de menos valor para ella una vez que tenga un niño.

Que por los hijos ella tendrá que renunciar a la vida que ahora tiene, pero que también empezará a desear tener más años, no para lograr sus propios sueños, sino para ver a sus hijos lograr los suyos. Yo quiero que ella sepa que una cicatriz de cesárea o las estrías se convertirán en insignias de honor. La relación de mi hija con su marido cambiará, pero no de la manera que ella piensa. Deseo que ella pudiera entender cuánto más uno puede amar a un hombre que tiene cuidado para empolvar a su bebé o que nunca duda para jugar con su niño. Yo pienso que ella debería saber que se sentirá de nuevo completamente enamorada de él por razones que ahora encontraría muy poco románticas.

Yo deseo que mi hija pudiera darse cuenta del lazo que ella sentirá con mujeres a lo largo de historia que han intentado detener guerras, discriminación y borrachos al volante. Espero que ella entienda por qué yo puedo pensar racionalmente sobre la mayoría de los problemas, pero ponerme como loca cuando discuto sobre la amenaza que supone una guerra nuclear en el futuro de mis hijos.

Yo quiero describir a mi hija la euforia de ver a su niño cuando aprenda a montar una bicicleta. Quiero capturar para ella las carcajadas de un bebé que está tocando la piel suave de un perro o un gato por primera vez. Quiero que saboree la dicha que es tan real, que de hecho duele. La mirada interrogativa de mi hija me hace caer en cuenta de las lágrimas que se han formado en mis ojos.

“Nunca te arrepentirás de ello” digo finalmente.
Entonces alcanzo por sobre la mesa la mano de mi hija y la aprieto y ofrezco una oración silenciosa por ella, y por mí, y por todas las mujeres que tropezaron en su camino hacia la más maravillosa de todas las profesiones. Este regalo bendito de Dios... el hecho de ser Madre.


viernes, 17 de octubre de 2014

RECETA DE LA FELICIDAD

"Tome una gran cantidad de alegría y déjela hervir a fuego lento, sin parar.

Póngale un tazón colmado de bondad y en seguida agregue una medida completa de consideración hacia los demás.

Mezcle con estos ingredientes una cucharada de paz.

Sazone con la esencia de la caridad.

Mezcle todo perfectamente y en seguida, con todo cuidado, páselo por un colador para eliminar cualquier partícula de egoísmo.


Sírvalo con una salsa de amor".


jueves, 16 de octubre de 2014

QUE ES EFICIENCIA???


Es hacer las cosas; no desear poder hacerlas, soñar con ellas, o pensar si uno será capaz de llevarlas a cabo.

Es aprender, como hacer las cosas haciéndolas, tal como se aprende a caminar, caminando, o a vender, vendiendo.

Es la aplicación de la teoría a la práctica.

Es la eliminación de la debilidad, del temor y del desaliento.

Es la mano de hierro en el guante de terciopelo.

Es el estar alerta, con presencia de ánimo, listo adaptarse a lo inesperado.

Es el sacrificio de los sentimientos personales en gracia al deseo de triunfar.

Es la suma de tres cantidades: propósito, práctica y paciencia.

Es la medida del hombre; el verdadero tamaño del alma.

Es la facultad de poder usar las propias pasiones, hábitos, gustos, disgustos, experiencias, mente, educación, corazón y cuerpo; y no ser usado por estas cosas.

Es el aprendizaje personal, la concentración, la visión, el sentido común.


Es la suma total de todo lo bueno que hay en una persona

domingo, 12 de octubre de 2014

PERDER PARA GANAR

Aunque parezca paradógico,
a veces es necesario perder para ganar.



               
Perder para ganar

Suena fácil, incluso sencillo, pero no lo es. Hay que estar dispuestos a perder algo para ganar algo mejor. Dispuestos a perder aquello por lo que trabajamos durante mucho tiempo, para ganar algo nuevo, diferente y mejor.

Muchas veces es necesario perder para ganar… cuando estamos en una relación de pareja que se ha vuelto tormentosa, cuando esos mismos sueños que un día alimentaron nuestras vidas ya no están, cuando esa persona que era tu vida se fue, te ha sido infiel… o cuando tus amigos con los que compartías tus alegrías y penas ya no están ahí para ti, están demasiados ocupados para atenderte.

Tu matrimonio ha sido horrible, sólo deseas que todo sea un mal sueño para despertar de todas esas tristes realidades… en todas estas situaciones, es necesario perder para ganar.



Hay que perder para ganar.

Perder para ganarHay que perder, soltar aquello que no nos hace bien, aunque sea algo por lo que luchamos y creímos tiempo atrás. No se puede estar todo el tiempo hablando de los sufrimientos e injusticias que vivimos, tenemos que estar dispuestos a soltar, dejar atrás… perder para ganar.

Claro que vas a sufrir, vas a llorar, pero ¿qué vale más? Supondrá un tiempo en silencio, haciendo una limpieza interior para poder salir a la luz, para poder darle a la vida otra oportunidad y tratar de vivir en forma tranquila.
Por miedo a la soledad acabamos aferrándonos a los recuerdos, a lo que hemos ganado y a lo que llevamos tiempo guardando. Todo en la vida cuesta esfuerzo, por eso cuesta soltar y perder. Pero nada en esta vida nos pertenece, ni siquiera nuestra propia vida, todo es prestado, nada es eterno… por eso te invito a hacer esta reflexión: muchas veces debemos perder para levantarnos y ganar de nuevo.

Recuerden cómo era su vida antes que llegasen tantos problemas y el sufrimiento se anidase en sus corazones. ¿Dónde quedó esa persona que eras antes, con sueños de éxito y proyectos realizados? ¿Dónde está esa persona luchadora que más de alguna vez fue modelo a seguir para otras personas? ¿Qué fue de aquella persona con propósito y visión que una vez fuiste?

Intenta buscar dentro de tu ser qué pasó con aquella persona que una vez fuiste,
y vuelve a pensar que eres muy especial.

Perder para ganar
Vuelve a creer en ti,
en tu capacidad de amar y progresar en lo que te propongas.
Vuelve a pensar que si quieres trabajar en algo, podrás hacerlo.
Vuelve a ser una persona segura de sí misma,
como lo has sido en el pasado, más que ahora...
antes de que llegara esa persona que te acabó anulando por completo.

 No es nada fácil volver a reír sin parar, no es fácil cuando sólo quieres llorar. No es fácil volver a entregar el corazón cuando te lo han roto varias veces, pero se puede, si pones de tu parte podrás. Sólo necesitas ser consciente que a veces hay que saber soltar, dejar ir lo que te rodea (sea material o sentimental) y dejar marchar aquellas cosas que no te hacen feliz.

Perder para ganar

Hay que perder para ganar, porque dentro de esa “pérdida” volverás a renacer, a vivir la vida sin estar sufriendo o sin estar todo el día hablando de tus penas… Hay vida para ti, hay esperanzas dentro del dolor, confía en Dios que así será. Haz un ejercicio;

-Respira-

Suelta…  y vuelve a vivir.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

La importancia de Agradecer



“Gracias…
A todos los que conocimos y olvidamos,
a los que nos conocieron y nos olvidaron,
a los que recordamos y nos recuerdan,
a los que amamos y ya no,
a los que aún nos saludan cuando los vemos,
aunque ya no nos hablemos.”
— Frase autor anónimo.             
Gracias por todo, gracias. 

“Gracias” es una de esas maravillosas palabras que siempre la guardamos para nosotros. Muchas veces cuando las personas hacen algo por una damos por hecho que ya agradecimos lo que han hecho por nosotros, pero no es así, es importante dar las gracias por cada gesto de bondad que recibimos.

Debemos estar agradecidos cuando alguien nos llama por teléfono para preguntarnos cómo estamos. ¿Quién obliga a una persona llamar a otra? Nadie, sólo lo hacen porque nos quieren y nos aprecian.

No seamos personas ingratas y sepamos dar las gracias a cualquier persona que haga algo por nosotros. Un ejemplo muy claro es que cuando vamos a un salón a tomar un té pagamos la cuenta, rara vez dando las gracias a quien nos estuvo atendiendo lo mejor que pudo.

Yo siempre agradezco, hasta a la persona que trabaja en el supermercado y nos muestra el producto, es un gesto amable y hay que agradecer. Cuando nos despertamos y abrimos los ojos ¿damos las gracias a Dios por el solo hecho de respirar? Bueno, eso que cada cual lo responda en su interior.

Gracias por tu amistad, gracias.
Debemos dar las gracias a los amigos que hemos conocido por Internet, que muchas veces son mejores amigos que los que tenemos a nuestro lado, siempre ofreciéndonos su apoyo.

Cuando vas por la calle, alguien te reconoce, y se acerca para hablar contigo; da las gracias por el hecho de que te hable y sea tu amigo.

Esa palabra tan maravillosa
“gracias”…
es muy corta pero poco usada.

Siempre demos las gracias.
No lo olvidemos, no cuesta nada dar las gracias.

Al contrario, te hace más grande.

martes, 2 de septiembre de 2014

La pareja pobre



Un hombre muy pobre vivía con su esposa. Un día, su esposa, que tenía el pelo muy largo le pidió que le comprara un peine especial para el pelo para que le creciera bien y lo pudiera tener bonito.

El hombre se sintió muy triste y dijo que no. Le explicó que él ni siquiera tenía dinero suficiente para arreglar la correa de su reloj que se acababa de romper.
Ella no insistió en su petición. El hombre se fue a trabajar cuando ya iba de regreso a su casa pasa por una tienda de relojes, vendió su reloj dañado a un precio muy bajo y se fue a comprar un peine para su esposa. Llegó a su casa por la noche con el peine en la mano dispuesto a darselo a su esposa.
Se sorprendió al ver a su esposa con el pelo muy corto. Había vendido su cabello y tenía en la mano una correa nueva de reloj.

Una lagrima salio de sus ojos , no por la inutilidad de sus acciones, sino por el amor que tenia su esposa hacia el.


Amar no es nada, ser amado es algo, pero ser amado por la persona que amas lo es todo



jueves, 28 de agosto de 2014

Por un minuto



Para qué sirve un minuto
Un minuto sirve para sonreír, sonreír para el otro, para ti y para la vida, un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua. Se requiere apenas de un minuto para evaluar la inmensidad del infinito, aunque sin poder entenderlo.

Un minuto apenas para escuchar el canto de los pájaros, un minuto sirve para oír el silencio, o comenzar una canción, es en un minuto en que uno dice el "sí" o el "no" que cambiará toda su vida, un minuto para un apretón de mano y conquistar un nuevo amigo, un minuto para sentir la responsabilidad pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria, en un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar, esperar, creer, vencer y ser.

En un simple minuto se puede salvar una vida, tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo, un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar o de una vida, basta un minuto de atención para hacer feliz a un hijo... un padre, un amigo, un alumno, un profesor, un semejante... Sólo un minuto para entender que la eternidad está hecha de minutos.

De todos los minutos bien vividos... un minuto... Cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta... pero también cuántas veces traemos a nuestras vidas los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y también de tristezas, decimos "un minuto" y nos parece nada... Pero como se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre, como se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestros trabajos, como se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos, como nos llena de emoción ese minuto en que nos entregan a nuestro hijo al nacer, y cómo también deseamos que la vida le otorgue más minutos a quien la muerte separará físicamente de nosotros y no veremos más.

Un minuto... parece increíble... parece tan poquito y sin embargo puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida, lo importante es no vivir la vida porque sí, dejando pasar el tiempo. Alguien alguna vez dijo:

"Vive cada minuto como si fuera el último"... Si todos recordáramos esa frase a diario aprendería a vivir la vida intensamente, aprenderíamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que "si no es hoy será mañana"... tu tiempo es ahora, el futuro es incierto.


Vive cada minuto intensamente. La vida es Hoy... Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.

viernes, 15 de agosto de 2014

Hombres Valoren Lo que tienen



Muchos hombres piensan que están haciendo un favor a las mujeres al pedir su mano en matrimonio, pero
vamos a pensar acerca de esto...
● Ella cambia su nombre por ti.
● Cambia de casa por ti.
● Deja a su familia por ti.
● Se muda contigo.
● Construye un hogar contigo.
● Queda embarazada por ti.
● El embarazo cambia su cuerpo.
● Casi se da por vencida en la sala de parto debido a los dolores insoportables.
● Incluso los niños que da a luz llevan tu apellido.
Hasta el día que muera TODO lo que hace, cocinar limpiar la casa, cuidar de tus padres, cuidar a tus hijos, aconsejarte etc... TODO esto es a tus
beneficios, lo que garantiza que tu puedes estar relajado, a veces a costa de su propia salud, pasatiempos y
belleza. ¿Entonces? ¿Sigues pensando lo mismo?.



Hombres ÀMEN a las mujeres

porque no saben el trabajo que es serlo, pero sin Embargo ser 
mujer NO TIENE PRECIO  "COMPARTE''



jueves, 24 de julio de 2014

Siempre existe una razón para dejar pasar las oportunidades que nos concede la vida:






Cuando conoces a una persona que te gusta, pero no lo dices, pensando y esperando que llegue un momento mejor para hablar con aquel ser… pero un día cualquiera te das cuenta que ya no está disponible, le has visto con otra persona y te enojas porque no eres tú quien pasea de su brazo, porque esa persona se ve feliz y tú no. Tuviste la oportunidad y la perdiste, no todas las cosas giran en nuestro torno, todo tiene su tiempo.

Cuando te ofrecen un trabajo pero no te gusta, es muy poco para ti o está lejos de tu casa. No lo piensas y lo dejas pasar, pero te está costando encontrar un trabajo para ti y tus hijos, o simplemente para que puedas vivir por tu cuenta, independientemente. Recorres días completos y nada, no encuentras trabajo; vuelves a lo que ya habías visto, pero la plaza laboral que antes te ofrecieron ya ha sido ocupada. ¿Por qué no lo tomaste? Desde ese trabajo podías haber ampliado tus horizontes y quizás con algo en las manos tendrías una mejor oportunidad para encontrar otras cosas, pero no, has dejado escapar la oportunidad.

Cuando no te sientes bien con algún familiar y te duele mucho que no te reconozcan en nada: Sientes poco cariño y aprecio por parte de la familia, y en tu orgullo dañado no eres capaz de ir y mostrar amor a quien te está tratando mal. No tienes fuerzas para pagar con bien el mal, ¿pero cómo vamos hacer eso? Sería denigrante. Y cuando por fin decides ir a ver tu familia, ya no puedes, ha pasado tanto tiempo que en vez de acercarse a ti se han alejado mucho más porque nunca estabas presente en los eventos importantes de la familia (fallecimientos, cumpleaños, aniversarios, fiestas, etc.) Ya es tarde, nadie está dispuesto a dejarse atropellar por ti, pues estás tan alto que difícilmente ves lo que está por debajo de ti. Has vuelto a dejar pasar la oportunidad de estar con tu familia y ser feliz con ellos.
 
Cuando tienes algo bueno ante tus ojos, y no la aprecias hasta que falta. Pasas y ves hermosas flores,  el campo te muestra una gran variedad de cosas hermosas que son una bendición para los ojos, pero estás tan sumida en tus pensamientos, tan deprimida, tan amargada, que no te das cuenta de las maravillas que Dios te muestra. La próxima vez que vuelvas al campo las flores ya no estarán, los coloridos campos verdes se vuelve de un solo color, monótono y apagado porque llega el invierno; sólo verás soledad y tristezas en el paisaje y recordarás las veces que pasaste por allí sin pararte a respirar y disfrutar de tanta belleza que Dios había puesto ante tus ojos, has vuelto a dejar pasar la oportunidad.

Cuando tienes hijos, pero tiempo productivo con ellos. Te dedicas tanto tiempo a trabajar, a estar con las amistades, a salir de fiestas y disfrutar la vida, que cuando llegas a casa ya todos duermen, y casi no les ves. Cuando te das cuenta están tan grandes que ya no los puedes controlar. Te has perdido unos buenos años de crecimiento en los que el aprendizaje de los principios morales y de la buena conducta son muy importantes, pero se te escapó de las manos. Hoy tus hijos tienen vida propia y te critican todo el tiempo por no haber estado. Has vuelto a dejar escapar la oportunidad de ver a tus hijos moldeados a tu manera.

No dejemos escapar los momentos que Dios nos regala en la vida, toma tu tiempo para todo, piensa lo que harás en la vida, no dejes escapar las cosas de tus manos. Las oportunidades muchas veces se presentan una sola vez en la vida, y si no tienes la sabiduría de verlo lo habrás perdido todo.




Dios nos da muchas oportunidades, pero eso no quiere decir que todo lo que deseemos estará siempre disponible. Así es en la vida, se nos presentan oportunidades y las dejamos ir, y cuando queremos remediarlo ya es demasiado tarde.

martes, 15 de julio de 2014

NO SOY PERFECTO, Y ME ALEGRO DE NO SERLO


Imagino la vida perfecta...Quise imaginar lo que sería mi vida estando en este mundo, siendo un ser perfecto, sin tristezas, sin vacíos, sin necesidad de amar y sentirme amado; teniendo todo a la mano, para alcanzarlo sin el más mínimo esfuerzo, siendo poseedor de una imagen y figura perfecta ante los ojos de los demás; sintiendo el poder en mis manos (después de todo, eso es lo que anhelamos y soñamos los seres humanos)...

Y después de imaginar lo que sería mi vida así, el pensar en eso, no fue un sueño, sino una pesadilla de la cual inmediatamente quise despertar… corrí al espejo a verme, y al contemplar mi imagen y redescubrir lo que soy, dije con voz de alivio:

¡Qué bien, no soy perfecta!¡Qué bien, no soy perfecto!
Si no me equivocara jamás, tal vez no podría entender los errores que también cometen los demás, viviría juzgándolos, y me quedaría solo, porque no encontraría a nadie que me pudiera igualar.
Si mi imagen y figura, fueran perfectas para la humanidad, nadie sabría quién realmente soy, me buscarían por mi apariencia, verían en mí solo lo material; tal vez me convertiría en esclavo del cuerpo y de lo superficial, queriendo encontrar la fórmula de la eterna juventud, para no envejecer jamás, viviendo una vida superficial;perfecto tal como soy en el espejo no vería más que mi figura, no sabría quién soy en realidad… prefiero ser pequeño, diferente, estando seguro de que los que me quieren, me conocen en verdad, y mejor aún, solo puedo contemplar en el espejo, más que mi alma, y lucho por conservar mi belleza espiritual.

Si no tuviera vacíos, no tendría necesidad de amar y sentirme amado, y sería una persona indiferente, y eso me aterra, no quiero pensar lo que es vivir sin amor; sin experimentar esa necesidad de ser amado y los enormes deseos de dar amor... ese es el motor de nuestra existencia.

domingo, 22 de junio de 2014

El amor y el taxista


Me encontraba en la capital y viajaba en taxi con un amigo. Cuando nos bajamos del taxi, mi amigo le dijo al conductor:

- Gracias por el viaje. Condujo de maravilla.

El taxista se sorprendió durante un segundo y preguntó:
- ¿Se cree muy inteligente o algo parecido?
- No, querido amigo, no intento tomarle el pelo. Admiro la forma como se mantiene controlado en medio del tráfico pesado.
- Si, si, como no, dijo el taxista, y partió.

¿Qué fue todo eso?, pregunté.
- Intento traer de nuevo el amor a la capital, respondió él. Creo que es lo único que puede salvar la ciudad.

¿Cómo puede un hombre salvar la capital?

- No es un hombre. Creo que logré que el taxista tenga un buen día. Supongamos que hace 20 viajes. Va a ser atento con esos veinte pasajeros, porque alguien fue amable con él. Esos pasajeros a su vez serán más amables con sus compañeros o con sus vendedores o con sus meseros o, incluso, con sus propias familias. Finalmente, la buena voluntad se extenderá al menos hacia 1.000 personas. Eso no es malo, ¿no lo crees así?

Sin embargo, cuentas con que ese taxista extienda tu buena voluntad hacia otras personas. No depende de eso, respondió mi amigo. Estoy consciente de que el sistema no es infalible y que puedo tratar con 10 personas diferentes hoy. Si entre las 10 puedo lograr que tres sean felices, entonces, finalmente, puedo influenciar de manera indirecta las actitudes de 3.000 más.

Suena bien en teoría, admití, pero no estoy seguro que dé resultado en la práctica. No se pierde nada si no da resultado, y muchos menos con intentarlo. No me quitó tiempo decir a ese hombre que hacía un buen trabajo. No recibió una propina mayor ni una menor. Si mis palabras encontraron oídos sordos, ¿qué puede suceder? Mañana habrá otro taxista a quien pueda intentar hacer feliz.

Estás un poco chiflado, opiné. Eso demuestra lo cínico que has llegado a ser. Llevé a cabo un estudio sobre esto. Lo que parece faltar a muchos empleados, además del dinero, por supuesto, es que nadie dice a las personas que trabajan en las empresas el buen trabajo que desempeñan. Muchas veces creen que no están haciendo un buen trabajo. No lo están haciendo porque sienten que a nadie le importa si lo hacen o no.

¿Por qué alguien no debe dirigirles unas palabras amables? Pasamos frente a una construcción y junto a cinco trabajadores que almorzaban. Mi amigo se detuvo. Es magnífico el trabajo que están haciendo, les dijo mi amigo. Debe ser un trabajo difícil y peligroso. Los cinco hombres miraron con sospecha a mi amigo.

¿Cuándo estará terminado?

En junio, respondió un hombre. ¡Ah! Es en verdad impresionante. Todos deben estar muy orgullosos. Cuando esos hombres comprendan mis palabras, se sentirán mejor por eso. De alguna manera, la ciudad se beneficiará con su felicidad. ¡No puedes hacer esto solo!, protesté. Eres sólo un hombre. Lo más importante es no desanimarse.

Lograr que la gente en la ciudad sea amable de nuevo no es trabajo fácil, pero sí puedo conseguir que otras personas tomen parte de mi campaña… Acabas de guiñarle el ojo a una mujer poco atractiva, opiné. Sí, lo sé, respondió él. Si es una maestra de escuela, su clase tendrá un día fantástico; si es una secretaria, su jefe se sentirá muy bien atendido hoy; y si es una madre, le dará más cariño hoy a su hijo y a su pareja…

¿Cuento contigo?
La historia es tomada del libro “Amor al trabajo”. Y el escrito pertenece a Art Buchwald.
Por si tiene alguna duda, escuche a la Madre Teresa:

“Nunca considero que las masas sean mi responsabilidad. Miro a la persona. Sólo puedo amar a una persona a la vez. Sólo puedo alimentar a una persona a la vez. Sólo a una, una, una… Por lo tanto, ustedes empiezan y yo empiezo. Elegí a una persona.


Tal vez, si no hubiera elegido a esa persona, no habría elegido a 42.000. Todo el trabajo es sólo una gota en el océano. No obstante, si yo no hubiera vertido esa gota, el océano tendría una gota menos. Lo mismo sucede con ustedes, con su familia, con la iglesia que visitan… uno, uno, uno…”.

lunes, 2 de junio de 2014

El color de un lagrima

¿Por qué la lágrima no tiene color?
En cuanto lloraba, me puse a pensar.
Si fuese roja como sangre,
mis vestimentas podrian mancharse.

Si la lágrima fuese amarilla,
El color de la alegría,
Expresar tristeza
Jamás podría...

Si fuese azul,
El color de la serenidad,
ya no lloraría jamás.
sería mi tranquilidad.

Si fuese blanca
como pétalos de rosas,
no serían lágrimas...
mas perlas preciosas.

Ahora una vez más ,
me sigo preguntando...
¿Por qué la lágrima no tiene color?
Si fuese negra
Sólo expresaría horror.

¿Por qué será que la lágrima no tiene color?
La lágrima no tiene color...
Porque no siempre expresa dolor.
Y si ella fuese rosa,
¿Podría expresar alegría?

Las lágrimas no tienen color
porque son expresiones del alma
cuando el espíritu está llorando
el corazón dice: ¡ ten calma !

Si la lágrima tuviese color
deberia tener el color del amor
o el mismo color de la pasión
que a veces invade el corazón.

O tal vez el color de la tristeza
que abarca el alma y quita la calma
si la lágrima tuviese color
podría ser roja como la sangre.

La lágrima no tiene color.
porque nos apróxima a nuestro Creador.
si la lágrima tuviese color
yo sólo lloraría de alegría.
mas,¿la lágrima de nostalgia?
¿De qué color sería?

Y la lágrima de decepción,
¿de qué color sería entonces?
Si la lágrima tuviese color
debería tener el color de un brillante.
Mas como la lágrima es preciosa
Dios le dio el color de un diamante.

Amigos, enjuguen sus lágrimas, y...
Si alguien un día te dice que no eres nada importante,
no te ates, entiende que algo importante ya está hecho:
Tu ser humano que está pasando por
una experiencia espiritual.
Tu ser espiritual está viviendo una experiencia

humana.

miércoles, 5 de febrero de 2014

DEPENDE DE TI :D

Unos obreros estaban picando piedras frente a un enorme edificio en
construcción. Se acercó un visitante a uno de los obreros y le preguntó:
-¿Qué están haciendo ustedes aquí?

El obrero lo miró con dureza y le respondió:

-¿Acaso usted está ciego para no ver lo que hacemos? Aquí, picando piedras
como esclavos por un sueldo miserable y sin el menor reconocimiento. Vea usted ese mismo cartel. Allá ponen los nombres de Ingenieros, Arquitectos, pero no ponen los nuestros que somos los que trabajamos duro y dejamos en la obra el pellejo.

El visitante se acercó entonces a otro obrero y le preguntó lo mismo.

-Aquí, como usted bien puede ver, picando piedras para levantar este enorme edificio. El trabajo es duro y está mal pagado, pero los tiempos son difíciles, no hay mucho trabajo y algo hay que hacer para llevar la comida a los hijos. Se acercó el visitante a un tercer obrero y una vez más le preguntó lo que estaba haciendo. El hombre le contestó con gran entusiasmo:

-Estamos levantando un Hospital, el más hermoso del mundo. Las generaciones futuras lo admirarán impresionados y escucharán el entrar y salir constante de las ambulancias, anunciando el auxilio de Dios para los hombres. Yo no lo veré terminado, pero quiero ser parte de esta extraordinaria aventura.

El mismo trabajo, el mismo sueldo, la misma falta de reconocimiento; una misma realidad. Tres maneras distintas de vivirla: como esclavitud; como resignación; como pasión, aventura y desafío. Piensa que el mundo es un infierno y lo será. Piensa que este mundo es parte del Paraíso y lo será. Vivir con ilusión, convertir el trabajo en una fiesta, sentirnos parte de las buenas obras...


¡De ti depende!

Cuanto pesa tu ORACION

Una mujer pobremente vestida, con un rostro que reflejaba derrota, entró a una tienda. La mujer se acercó al dueño de la tienda y, en la manera más humilde, le preguntó si podía llevarse algunas cosas a crédito (lo que los puertorriqueños conocemos como fiao).
Con voz suave le explicó que su esposo estaba muy enfermo y que no podía trabajar; tenían siete niños y necesitaban comida. El dueño le gritó y le pidió que abandonara su tienda.

Viendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer continuó: "¡Por favor señor! Se lo pagaré tan pronto como pueda". El dueño le dijo que no podía darle crédito ya que no tenía una cuenta de crédito en su tienda.

De pie cerca del mostrador se encontraba un cliente que escuchó la conversación entre el dueño de la tienda y la mujer. El cliente se acercó y le dijo al dueño de la tienda que él se haría cargo de lo que la mujer necesitara para su familia.

El dueño, de una manera muy tosca, preguntó a la mujer: "Tiene usted una lista de compra?". La mujer dijo: "Sí señor".

"Está bien," dijo el dueño, "ponga su lista en la balanza y lo que pese su lista, le daré yo en comestibles". La mujer titubeó por un momento y cabizbaja, buscó en su cartera un pedazo de papel y escribió algo en él. Puso el pedazo de papel, cabizbaja aún, en la balanza.

Los ojos del dueño y el cliente se llenaron de asombro cuando la balanza se fue hasta lo mas bajó y se quedó así. El dueño entonces, sin dejar de mirar la balanza y de mala gana, dijo: "¡No lo puedo creer!".

El cliente sonrió y el dueño comenzó a poner comestibles al otro lado de la balanza. La balanza no se movió por lo que continuó poniendo más y más comestibles hasta que no aguantó más.

El dueño se quedó allí parado con gran disgusto. Finalmente, agarró el pedazo de papel y lo miró con mucho más asombro.... No era una lista de compra, era una oración que decía:

"Querido Señor, tú conoces mis necesidades y yo voy a dejar esto en tus manos".

El dueño de la tienda le dio los comestibles que había reunido y quedó allí en silencio. La mujer le agradeció y abandonó su tienda. El cliente le entregó un billete de cincuenta dólares al dueño y le dijo:

"Valió cada centavo de este billete".


Sólo Dios sabe cuánto pesa una Oración.

Vive como lo hace una flor

- Maestro, que debo hacer para no quedarme molesto ?
Algunas personas hablan demasiado, otras son ignorantes. Algunas son indiferentes. Siento odio por aquellas que son mentirosas. Sufro con aquellas que calumnian.
- Pues, viva como las flores! Advirtió el Maestro.

- Como es vivir como las flores ? Preguntó el discípulo.

- Ponga atención a esas flores - continuó el Maestro, señalando lirios que crecían en el jardín. Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Extraen del abono maloliente todo aquello que les es útil y saludable, pero no permiten que lo agrio de la tierra macule la frescura de sus pétalos.

Es justo angustiarse con sus propias culpas, pero no es sabio permitir que los vicios de los demás lo incomoden. Los defectos de ellos son de ellos y no suyos.


Si no son suyos, no hay motivo para molestarse. Ejercite, pues, la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera.

AMA LO QUE TIENES

- Si te es difícil conseguir dormir esta noche, apenas recuerda a la familia sin hogar que no tiene ninguna ni una cama para dormir.

- Si te encuentras atorado en el trafico no te desesperes, hay gente en este mundo para la cual conducir seria un privilegio.

- Si tienes un mal día en el trabajo piensa en el hombre que lleva tres meses buscando trabajo.

- Si te desesperas por lo mal que te ha ido con tu pareja, piensa en la persona que nunca ha conocido el amor.

- Si te afliges pasar de otro fin de semana, piensa en la mujer en los estrechos calamitosos, trabajando doce horas al día, siete días a la semana, para que $50 pesos alimenten a su familia.

- Si tu coche te deja millas lejos de pedir ayuda. Piensa en el paralítico quien pedía la oportunidad de tomar esa caminata.

- Si notas un pelo gris nuevo en el espejo; piensa en el paciente con cancer que desea tener pelo.

- Si te encuentras victima de la amargura de la gente, ignorancia, pequeñez o inseguridades; Recuerda que las cosas podrían ser peores.


Tu podrías ser una de ellas.