
Y después de imaginar lo que sería mi vida así, el pensar
en eso, no fue un sueño, sino una pesadilla de la cual inmediatamente quise
despertar… corrí al espejo a verme, y al contemplar mi imagen y redescubrir lo
que soy, dije con voz de alivio:
¡Qué bien, no soy perfecta!¡Qué bien, no soy perfecto!
Si no me equivocara jamás, tal vez no podría entender los
errores que también cometen los demás, viviría juzgándolos, y me quedaría solo,
porque no encontraría a nadie que me pudiera igualar.
Si mi imagen y figura, fueran perfectas para la
humanidad, nadie sabría quién realmente soy, me buscarían por mi apariencia,
verían en mí solo lo material; tal vez me convertiría en esclavo del cuerpo y
de lo superficial, queriendo encontrar la fórmula de la eterna juventud, para
no envejecer jamás, viviendo una vida superficial;perfecto tal como soy en el
espejo no vería más que mi figura, no sabría quién soy en realidad… prefiero
ser pequeño, diferente, estando seguro de que los que me quieren, me conocen en
verdad, y mejor aún, solo puedo contemplar en el espejo, más que mi alma, y
lucho por conservar mi belleza espiritual.
Si no tuviera vacíos, no tendría necesidad de amar y
sentirme amado, y sería una persona indiferente, y eso me aterra, no quiero
pensar lo que es vivir sin amor; sin experimentar esa necesidad de ser amado y
los enormes deseos de dar amor... ese es el motor de nuestra existencia.
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