jueves, 24 de julio de 2014
Siempre existe una razón para dejar pasar las oportunidades que nos concede la vida:
Cuando conoces a una persona que te gusta, pero no lo
dices, pensando y esperando que llegue un momento mejor para hablar con aquel
ser… pero un día cualquiera te das cuenta que ya no está disponible, le has
visto con otra persona y te enojas porque no eres tú quien pasea de su brazo,
porque esa persona se ve feliz y tú no. Tuviste la oportunidad y la perdiste,
no todas las cosas giran en nuestro torno, todo tiene su tiempo.
Cuando te ofrecen un trabajo pero no te gusta, es muy
poco para ti o está lejos de tu casa. No lo piensas y lo dejas pasar, pero te
está costando encontrar un trabajo para ti y tus hijos, o simplemente para que
puedas vivir por tu cuenta, independientemente. Recorres días completos y nada,
no encuentras trabajo; vuelves a lo que ya habías visto, pero la plaza laboral
que antes te ofrecieron ya ha sido ocupada. ¿Por qué no lo tomaste? Desde ese
trabajo podías haber ampliado tus horizontes y quizás con algo en las manos
tendrías una mejor oportunidad para encontrar otras cosas, pero no, has dejado
escapar la oportunidad.
Cuando no te sientes bien con algún familiar y te duele
mucho que no te reconozcan en nada: Sientes poco cariño y aprecio por parte de
la familia, y en tu orgullo dañado no eres capaz de ir y mostrar amor a quien
te está tratando mal. No tienes fuerzas para pagar con bien el mal, ¿pero cómo
vamos hacer eso? Sería denigrante. Y cuando por fin decides ir a ver tu
familia, ya no puedes, ha pasado tanto tiempo que en vez de acercarse a ti se
han alejado mucho más porque nunca estabas presente en los eventos importantes
de la familia (fallecimientos, cumpleaños, aniversarios, fiestas, etc.) Ya es
tarde, nadie está dispuesto a dejarse atropellar por ti, pues estás tan alto
que difícilmente ves lo que está por debajo de ti. Has vuelto a dejar pasar la
oportunidad de estar con tu familia y ser feliz con ellos.
Cuando tienes algo bueno ante tus ojos, y no la aprecias
hasta que falta. Pasas y ves hermosas flores,
el campo te muestra una gran variedad de cosas hermosas que son una
bendición para los ojos, pero estás tan sumida en tus pensamientos, tan
deprimida, tan amargada, que no te das cuenta de las maravillas que Dios te
muestra. La próxima vez que vuelvas al campo las flores ya no estarán, los
coloridos campos verdes se vuelve de un solo color, monótono y apagado porque
llega el invierno; sólo verás soledad y tristezas en el paisaje y recordarás
las veces que pasaste por allí sin pararte a respirar y disfrutar de tanta
belleza que Dios había puesto ante tus ojos, has vuelto a dejar pasar la
oportunidad.
Cuando tienes hijos, pero tiempo productivo con ellos. Te
dedicas tanto tiempo a trabajar, a estar con las amistades, a salir de fiestas
y disfrutar la vida, que cuando llegas a casa ya todos duermen, y casi no les ves.
Cuando te das cuenta están tan grandes que ya no los puedes controlar. Te has
perdido unos buenos años de crecimiento en los que el aprendizaje de los
principios morales y de la buena conducta son muy importantes, pero se te
escapó de las manos. Hoy tus hijos tienen vida propia y te critican todo el
tiempo por no haber estado. Has vuelto a dejar escapar la oportunidad de ver a
tus hijos moldeados a tu manera.
No dejemos escapar los momentos que Dios nos regala en la
vida, toma tu tiempo para todo, piensa lo que harás en la vida, no dejes
escapar las cosas de tus manos. Las oportunidades muchas veces se presentan una
sola vez en la vida, y si no tienes la sabiduría de verlo lo habrás perdido
todo.
Dios nos da muchas oportunidades, pero eso no quiere
decir que todo lo que deseemos estará siempre disponible. Así es en la vida, se
nos presentan oportunidades y las dejamos ir, y cuando queremos remediarlo ya
es demasiado tarde.
domingo, 20 de julio de 2014
sábado, 19 de julio de 2014
El astronomo
Había un astrónomo que le gustaba todas las noches ir a
ver los astros. Un día, mientras caminaba por los campos que quedaban fuera de
la ciudad, observaba y contemplaba el cielo, cuando cayó en un enorme pozo.
Al caer, comenzó a gritar y lamentarse. En esto pasó un
hombre, quien le preguntó como había terminado en semejante desgracia. Al
conocer lo sucedido, se limitó a decirle:
- Compañero, ¿quieres ver los astros que están en el
cielo pero no ves todo lo que hay en la tierra?
Moraleja: Muchos muestra su ego asegurando poder hacer
cosas sorprendentes y maravillosas, cuando la realidad es que no pueden si
quiera con las cosas ordinarias de la vida.
SIEMPRE AMOR
QUE AL IR A LA CAMA, ESTES TU;
QUE AL MIRAR A MI LADO, TE VEA A TI;
QUE AL CERRAR MIS OJOS, TE BUSQUEN MIS BRAZOS;
QUE ESTES SIEMPRE, AMOR.
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